al menos trataa de ller algo y calmate en el avion
El avión es el medio más seguro para viajar. El tópico repetido en cualquier conversación sobre accidentes aéreos es, según cantan las cifras y ratifican las opiniones de los expertos, un fiel reflejo de la realidad: "En los últimos años, se mantiene una tendencia uniforme en cuanto a daños en aparatos, pero desciende el número de víctimas", precisa el director de seguridad del Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC), Francisco Cruz. "Por este motivo, casos como el del accidente de Spanair nos producen un impacto aún mayor", agrega.
La tragedia del vuelo JK5022 en agosto en el aeropuerto de Barajas continúa poniendo de manifiesto una realidad: a pesar de los avances tecnológicos que incorporan las aeronaves y sea cual sea el primer detonante del siniestro, las toneladas de combustible cargadas en los tanques de un avión que despega hacen de este el momento de mayor riesgo, algo difícil de mitigar.
El 60% de los choques con aves ocurren en pista, pero "no es normal que tiren un avión""La NASA y otras instituciones han ensayado otros combustibles y hoy se añaden agentes para reducir la inflamabilidad. Pero un avión despegando sigue siendo una bomba", dice Cruz.
Mecánica y factor humano
Contra ciertas situaciones, no hay tecnología infalible. Eduardo Oslé, ingeniero aeronáutico que trabaja en el diseño de aeronaves, recuerda el caso del Concorde de Air France que se estrelló en París en 2000. "No fue un fallo del avión supersónico, sino una colisión con un fragmento que otra nave dejó en la pista", resume. Según la investigación, el vuelo 4590 de Air France sufrió un reventón de un neumático al colisionar con una plancha metálica que se había desprendido de un DC-10 de Continental.
No es factible evitar estas colisiones colocando rejillas u otros medios mecánicosUna cadena de impactos incendió los motores y el combustible. Pero la muerte de sus 100 pasajeros, nueve tripulantes y cuatro personas en tierra no fue sólo una nefasta casualidad, sino que el error humano estuvo presente: la plancha de titanio violaba las normas. Los responsables de la negligencia están pendientes de juicio.
Tecnología y factor humano han sido también protagonistas en el último siniestro aéreo, afortunadamente sin víctimas: el día 15, un Airbus A320 de US Airways amerizaba en el río Hudson minutos después de despegar del aeropuerto neoyorquino de La Guardia. Cruz, que pilota un A340 y nunca ha sufrido el trance de un amerizaje, confirma que los 155 ocupantes no deben su vida al azar: "Fue gracias a la pericia del piloto. Era una maniobra muy difícil y el ángulo de ataque fue perfecto".
En este caso, la habilidad humana corrigió un incidente mecánico, ya que fue posiblemente la colisión con una bandada de gansos lo que inutilizó los dos motores del Airbus.
El gran reto es la seguridad en rampa que evite los frecuentes golpes por otros vehículosEl ataque de los pájaros
Las aves son un riesgo permanente para las aeronaves, sobre todo al amanecer y al atardecer, y durante las épocas de migraciones, según publica Federico Ballester, vocal de COPAC,en la revista Aviador. "El 60% de los impactos tienen lugar en tierra durante la carrera de aterrizaje o de despegue", afirma Ballester.
El Bird Strike Committee (Comité de Colisiones con Aves), una organización internacional dedicada a recopilar y estudiar estos casos, estima que 219 personas han fallecido en accidentes aéreos por esta causa desde 1988.
El BSC recoge 7.600 colisiones de aviones civiles con fauna en 2007 en EEUU, advirtiendo de que sólo se registra en torno a un 20% de los casos. La mayoría de estos incidentes se resuelve sin desgracias personales. "No es normal que tiren un avión", señala Cruz. "El principal daño es el económico", añade.
El problema de las aves en los aeropuertos se ataca desde muchos frentes. Las autoridades recomiendan esterilizar el área: mantener pistas y zonas adyacentes libres de charcas y basuras, segar la hierba y evitar las plantas que atraigan a las aves, o suprimir los puntos que sirven como atalayas.
A estas medidas se añaden otras activas; según indican a Público fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena), en España el medio más utilizado es la cetrería: uso de halcones adiestrados para ahuyentar a las aves.
Este sistema se puso en marcha en Barajas en 1970 por iniciativa del naturalista Félix Rodríguez de la Fuente. Actualmente cuentan con este servicio los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga, Gran Canaria, Alicante, Tenerife (Norte y Sur) y Valencia, además de otras instalaciones de menor tamaño.
Aena complementa el trabajo de los halcones con otros medios ocasionales, como pirotecnia, acoso con vehículos o captura de ejemplares vivos. Según Aena, los buenos resultados de la cetrería en España han extendido el sistema a otros países, aunque no es el método más generalizado.
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